En el instrumento elaborado para recolectar los datos
concernientes al Estilo de vida de los padres o tutores adultos
jóvenes resalta que el 69% de ellos presentan un estilo de
vida NO saludable; en contraste con otro estudio relacionado con
el tema, tenemos la investigación titulada "Estilos de
vida de los adolescentes peruanos escolarizados", realizada por
el Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de
Piura (2000) cuyo objetivo fue encontrar que tanto
conocían los jóvenes entre estilo de vida saludable
y no saludable y las consecuencias de ambos; se encontró
que el 75% de jóvenes presentan rasgos de un estilo de
vida No saludable y que el 25% tiene un estilo de vida saludable,
los datos mencionados son relevantes por considerarse a esta
población como potencial para ser padres.
En la mejor forma de vida posible, siempre coexisten
factores favorables juntos con otros de riesgo, sin embargo a
pesar de esta relatividad puede considerarse que un estilo de
vida es saludable, en su conjunto, cuando ayuda a aumentar las
expectativas y la calidad de vida, haciendo menos probable la
aparición de enfermedades e incapacidades; en la
actualidad, sabemos que ciertas conductas implican riesgos para
la salud como: fumar tabaco, el sobrepeso y otras, en cambio, la
favorecen: realizar ejercicio físico regular o seguir una
alimentación equilibrada (Banet, 2004).
Gómez y Lucumi (2004), en su investigación
aplicada en adultos jóvenes, teniendo en cuenta cuatro
factores de riesgo de comportamiento: consumo de alcohol, bajo
consumo de frutas y verduras, inactividad física en tiempo
libre y finalmente el consumo de tabaco, encontró: que el
13.9% de ellos no tenían ningún factor de riesgo;
35.5% tenían un factor de riesgo; 32.9% dos factores de
riesgo y el 17.7% tres o cuatro factores de riesgo, lo que en
síntesis denota que en la población joven los
factores de riesgo para la aparición de enfermedades
crónicas prevalecen en buen porcentaje en los adultos
jóvenes.
Pardo y Nuñez (2008) en su estudio sobre Estilo
de vida y Salud en la mujer adulta joven, encontró que
como resultado de la aplicación de una estrategia de
promoción de la salud dirigido a modificar el estilo de
vida, los resultados arrojaron que el 50% de las mujeres pasaron
de tener un estilo de vida "bueno a excelente", se puede deducir
la importancia de la aplicación de programas educativos
para la modificación de la actitudes en pro del bienestar
de la salud de las personas.
Otro estudio que contradice los resultados encontrados,
cuyo objetivo fue describir los comportamientos que hacen parte
de los estilos de vida de los jóvenes universitarios, en
diez dimensiones: ejercicio y actividad física, tiempo de
ocio, autocuidado y cuidado médico, alimentación,
consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales, sueño,
sexualidad, relaciones interpersonales, afrontamiento y estado
emocional percibido, y su correspondiente grado de
satisfacción con dichas prácticas, donde
participaron 598 estudiantes (44,7% hombres y 55,3% mujeres) de
una universidad privada de Colombia, se encontró un
predominio de prácticas saludables en todas las
dimensiones, con excepción de ejercicio y actividad
física y alta satisfacción con el estilo de vida y
el estado general de salud. Finalmente, se propusieron algunas
acciones relevantes para la creación de programas de
intervención que se orienten a la promoción de un
mayor número de conductas positivas para la salud y a la
disminución de aquellas que puedan deteriorarla (Lema,
2009).
De lo anterior mencionado podemos decir que el nivel de
instrucción del adulto joven puede influir también
en el estilo de vida adoptado, lo cual sería
también un motivo de investigación más
profunda para analizar las variables socio demográficas de
esta población.
En la tabla y grafica Nº 2 se presenta la
distribución de 39 padres o tutores adultos jóvenes
según la valoración de Prácticas de
autocuidado en la prevención de la enfermedad renal, se
observa que el 49% de los encuestados tienen buenas
prácticas de autocuidado seguido de un 51% con malas
prácticas de autocuidado.
El fomento de los autocuidados es el conjunto de
actividades que al acentuar los aspectos positivos ayudan a que
la persona haga uso por si misma de los recursos que conservan o
mejoran su bienestar general, así como la calidad de su
vida, sin que se requiera la participación del personal
asistencial de salud (Barreto y Fermín, 2004).
En los participantes del estudio los resultados
encontrados son casi equitativos para la calificación de
buenas y malas prácticas de autocuidado, si bien estas
acciones son dirigidas a su propio autocuidado, estas son
también aprendidas y en este aprendizaje influyen
múltiples factores (creencias, hábitos, nivel de
conocimiento, grupo social, etc.) que van a determinar la calidad
de los autocuidados y que de alguna manera estarían
determinando la diferencia de los porcentajes encontrados, de
manera que no se puede precisar el porqué de esta
diferencia, tendría que hacerse un estudio más
detallado para encontrar las posibles causas.
El autocuidado se refiere a las prácticas
cotidianas y a las decisiones sobre ellas, que realiza una
persona, familia o grupo para cuidar de su salud; estas
prácticas son "destrezas" aprendidas a través de
toda la vida, de uso continuo, que se emplean por libre
decisión, con el propósito de fortalecer o
restablecer la salud y prevenir la enfermedad; ellas responden a
la capacidad de supervivencia y a las prácticas habituales
de la cultura a la que se pertenece (Tobón,
2003).
El autocuidado es una función inherente al ser
humano e indispensable para la vida de todos los seres vivos con
quienes interactúa; resulta del crecimiento de la persona
en el diario vivir, en cada experiencia como cuidador de
sí mismo y de quienes hacen parte de su entorno. Debido a
su gran potencial para influir de manera positiva sobre la forma
de vivir de las personas, el autocuidado se constituye en una
estrategia importante para la protección de la salud y la
prevención de la enfermedad, en el presente estudio
enfocado a la prevención de la enfermedad
renal.
Giraldo y cols. (2001), realizaron un estudio para
determinar las practicas de autocuidado y prácticas de
riesgo en los patrones nutricionales y de eliminación en
un grupo de 123 estudiantes de entre 17 a 21 años de edad
del programa de enfermería de la Universidad de Caldas,
los resultados demostraron que las participantes tienen factores
de riesgo en todas las variables encuestadas (numero de comidas
al día, vasos de liquido consumidos al día,
inducción o no del vomito después de comer,
practica o no de deporte alguno, consumo de gaseosas, tiempo de
espera para ir al baño a orinar o defecar luego de tener
la sensación, limpieza de los genitales después de
la deposición); se concluye que hay un déficit en
los hábitos adecuados de alimentación,
eliminación y medidas de higiene.
En la página virtual del diario Perú 21,
se brindo información relevante acerca de las
recomendaciones de los médicos especialistas de Es Salud
para la prevención de la enfermedad crónica renal,
referido al presente estudio, las practicas de autocuidados
valoradas forman parte del llamado "Decálogo para el
cuidado renal" que recomienda a las personas: incrementar su
actividad física, tener un alimentación saludable,
no auto medicarse, dejar de fumar, bajar de peso, realizarse
exámenes periódico en orina y sangre, si es mayor
de 50 años hacerse examen de próstata anual,
chequeo de la presión arterial para mantener los valores
dentro de la normalidad, mantener un nivel normal de glucosa en
sangre y finalmente evitar el estrés.
La prevención y el control de las enfermedades
crónicas y degenerativas debe ser una prioridad para el
sector salud, su crecimiento y letalidad lo justifican, el efecto
social de estas anomalías será creciente, ya que
afectan a individuos en edades productivas y representan costos
elevados para el sector salud, como resultado, contribuyen a la
acentuación de la pobreza, por lo tanto, las practicas de
autocuidado destinadas a prevenir las enfermedades
crónicas son de vital importancia (Cordova,
2008).
En la tabla y grafica Nº 3 se presenta la
relación entre los estilos de vida y las prácticas
de autocuidado de 39 padres o tutores del centro educativo
particular ciencia y arte de esta localidad, apreciándose:
cuando los padres presentan estilo de vida no saludables, el 70%
presentan malas prácticas de autocuidado y solo el 30%
buenas prácticas de autocuidado; así mismo, cuando
los padres presentan estilo de vida saludable, el 92% presentan
buenas prácticas de autocuidado y en menor porcentaje (8%)
malas prácticas de autocuidado.
Al realizar la prueba estadística de
independencia de criterio chi-cuadrado, se encontró que si
existe relación significativa entre los estilos de vida y
las practicas de autocuidado para la prevención de la
enfermedad renal en padres o tutores adultos jóvenes
(valor p< 0.01 ).
Tobón (2003) refiere que: "las habilidades
personales para vivir determinan el estilo de vida de las
personas y la manera como ellas se cuidan. El
término"estilo de vida" se refiere a la manera de vivir y
a las pautas personales de conducta, que están
determinadas por factores sociales, culturales y personales;
equivale a las actitudes, hábitos y prácticas
individuales o familiares, que pueden influir positiva o
negativamente sobre nuestra salud.
El estilo de vida que tenga cada persona
determinará el ejercicio de los cuidados que se imparten a
sí mismo y hacia los seres más próximos,
como es el caso de los padres o tutores para con el menor, de
esta manera es importante que los padres tengan estilos de vida
saludables para que puedan ser imitados y adoptados como
practicas de autocuidado que beneficien la salud y en este caso
especifico de valoración, para la prevención de la
enfermedad renal, en la población joven.
Para que el aprendizaje se asimile hay que integrar las
acciones de autocuidado entre las acciones cotidianas, y de esta
forma el autocuidado pasa a formar parte del estilo de vida
personal, convirtiéndose en una acción
automática que contribuye a elevar el autoconcepto y la
estima personal (Novel, 2000).
La experiencia educacional indica que la mejor etapa
para inculcar los hábitos que se espera tengan una persona
como adulto, corresponde a la edad pre- escolar, esto denota la
importancia de los padres para con la formación de los
hijos, sobre todo en los padres o tutores adultos jóvenes
(chiang, 2003).
No se encontraron estudios que relacionen ambas
variables en estudio.
Conclusiones
En la valoración de los Estilo de vida, el
69% de los encuestados llevan un estilo de vida NO saludable
seguido de un 31% con estilos de vida saludable.En la valoración de las Prácticas de
Autocuidado, el 49% de los encuestados tienen buenas
prácticas de autocuidado seguido de un 51% con malas
prácticas de autocuidado.Al realizar la prueba estadística de
independencia de criterio chi-cuadrado, se encontró
que si existe relación significativa entre los estilos
de vida y las practicas de autocuidado para la
prevención de la enfermedad renal en padres o tutores
adultos jóvenes (valor p< 0.01 ).
Recomendaciones
En base a los resultados encontrados, se
recomienda:
Que en el ámbito de enfermería, en
especial en el campo comunitario, se realicen programas
educativos que se proyecten a las instituciones educativas
para brindar orientación sobre estilos de vida
saludables y prácticas de autocuidado en el padre o
tutor de los niños que asisten dichas
instituciones.Que se realicen coordinaciones oportunas entre los
centros de salud, a través de la Licenciada en
enfermería que tenga a su cargo el programa de salud
del escolar y adolescente para con los directores de los
centros educativos de su jurisdicción y poder ejercer
actividades de capacitación a los docentes sobre los
estilos de vida saludables y las practicas de autocuidado
para prevenir la enfermedades y poder educar a los
niños a su cargo.Realizar estudios de investigación sobre las
variables estudiadas en otras poblaciones como en padres o
tutores adultos maduros o adultos mayores y relacionarlo con
adolescentes bajo su cargo.
Referencias
bibliografías
Banet, E. (2004). Educación para la salud: La
alimentación. veinticincoava edición. Editorial
Laboratorio Educativo. Venezuela.Barreto y Fermín (2004). Participación
del profesional de enfermería en la promoción
de estilos de vida saludables. (monografía en
internet). Venezuela. (citada el 01 de abril del 2011).
(alrededor de 12 pantallas). Disponible en:
http://www.monografias.com/trabajos24/profesional-enfermeria/profesional-enfermeria.shtml
Caramantin, O y Chávez, H(2006). "La
enfermedad cambio mi vida". Cotidianeidad de los pacientes
con Insuficiencia Renal Crónica sometidas a
hemodiálisis. (Tesis para optar el titulo de
licenciada en Enfermería). Trujillo. Universidad
Nacional de Trujillo.Carta de Ottawa. Primera conferencia internacional
sobre promoción de la salud. Canadá, noviembre
1986.Chiang, M y cols. (2003). Propuesta de un Programa
de Promoción sobre un estilo de vida saludable en
preescolares mediante una intervención
multidisciplinaria. Rev. Cubana Invest Biomed. Volumen 22.
Nº 4: 245-252. Chile.Córdova, J y cols (2008). Las enfermedades
crónicas no transmisibles en México: sinopsis
epidemiológica y prevención integral. Salud
pública de México. Volumen 50, N° 5: 258-
266. México.Cruz Florián, Z (2002). Intervención
de enfermería en la hipotensión de pacientes en
tratamiento de hemodiálisis (Trabajo para optar el
título de especialista en enfermería del adulto
en situaciones críticas). Universidad Nacional de
Trujillo. Perú.Daugirdas, J (2003). Manual de diálisis.
Segunda edición. Editorial Masson.
España.DOQI (2002). Clinical practice guidelines for
chronic kidney disease: evaluation, classification and
stratification. Kidney disease outcome quality initiative. Am
J. Kidney Dis 39 (suppl, 1): S1- 266.Fernández, N (2006). Características
del desarrollo psicológico del adulto.
(monografía en internet). México. (citada el 12
de abril del 2011). (alrededor de 10 pantallas). Disponible
en:
http://www.e-continua.com/documentos/desarrollo%20adultez.pdf
Giraldo, A y cols. (2001). Determinacion de
practicas de autocuidado y prácticas de riesgo en los
patrones nutricionales y de eliminación en un grupo de
estudiantes del programa de enfermería de la
Universidad de Caldas. (serie en internet). Colombia. (citada
el 10 de mayo del 2012). (alrededor de 11 pantallas).
Disponible en:
http://promocionsalud.ucaldas.edu.co/downloads/Revista%207_13.pdf
Gómez y Lucumi, D (2004).
Conglomeración de los factores de riesgo de
comportamientos asociados a enfermedades crónicas en
adultos jóvenes de dos localidades de Bogotá:
importancia de las diferencias de género. Rev. Esp.
Salud Pública. Volumen 78. Nº 04: 159-168.
España.González M y cols. (2008). La Pirámide
del Estilo de Vida Saludable para niños y
adolescentes. Revist. Nutr. Hosp. Volumen 23. Nº 2:
159-168. España.Hernández, E (2009). Psicología. Salud
y Red. Primera edición. Editorial VOC.
España.Instituto de Ciencias para la Familia (2010).
Estilos de vida de los adolescentes peruanos escolarizados.
(serie en internet). Perú. (citada el 12 de mayo del
2012). (alrededor de 44 pantallas. Disponible en:
Lema, R y cols. Comportamiento y salud de los
jóvenes universitarios. Pensamiento
psicológico. Volumen 05. N°12.
Colombia.Mainieri, J (2011). Prevenir la enfermedad es la
mejor estrategia para mejorar la salud. Acta med. costarric.
Volumen 53. Nº 1. Costa Rica.Marriner, A. y Raile. (2011). Modelos y
Teorías de Enfermería. Séptima
edición. Editorial ELSEVIER-MOSBY.
España.Martínez, H y cols. (2011). Estrategias para
la prevención, diagnostico y tratamiento de la
enfermedad renal crónica temprana en el primer nivel
de atención. El residente. Volumen 1. Nº 1.
México.Mezzano, S (2005). Enfermedad renal crónica:
clasificación, mecanismos de progresión y
estrategias de Renoprotección. Revista Médica
de Chile. Volumen 133. Nº 3. Chile.Ministerio de Planificación. Guía para
la reflexibilidad y el autocuidado. (serie en internet).
Chile. (citado el 10 de mayo del 2012). (alrededor de 97
páginas). Disponible en:
http://www.chilesolidario.gob.cl/administrador/arc_doc/5427682154ba8c2683ac7e.pdf
Novel, G (2000). Enfermería Psicosocial y
Salud Mental. Primera edición. Editorial ELSEVIER
MASSON. España.Pardo, M y Núñez, N (2008). Estilos de
vida y salud en la mujer adulta joven. REDALYC. Volumen 8.
Nº 2. Colombia.Potter, P y Perry A (2004). Fundamentos de
enfermería. I y II. Quinta edición. Editorial
Elsevier. España.Rodrigo, J y cols (2004). Relaciones Padres- Hijos y
Estilos de Vida en la Adolescencia. Volumen 16. Nº 2:
203-210. España.Tobón, O (2003). "El autocuidado: una
habilidad para vivir". Universidad de Caldas.
Colombia.
Anexos
ANEXO 1
CUESTIONARIO PARA LA VALORACION DE LOS
ESTILOS DE VIDA
Autoras: Lic. Isela
Cerin
Lic. Anna Orbegoso
I. INSTRUCCIONES:
A continuación se le presenta una serie de
afirmaciones de las cuales responda con sinceridad marcando con
una X en el espacio donde usted considere sentirse más
identificado.
A. DATOS GENERALES:
1. Sexo: Femenino ( ) Masculino ( )
2. Grado de instrucción: Analfabeto ( )
Primaria ( ) Secundaria ( ) Superior ( )
Afirmaciones | Siempre | A veces | Nunca | |||||||
1.-Practico ejercicio al menos 3 veces por | 3 | 2 | 1 | |||||||
2.-Me gusta comer o picar algo entre las comidas | 1 | 2 | 3 | |||||||
3.-Consumo los alimentos muy de prisa por mi | 1 | 2 | 3 | |||||||
4.-En ocasiones dejo de comer por | 1 | 2 | 3 | |||||||
5.-Casi no tengo tiempo para salir a divertirme | 1 | 2 | 3 | |||||||
6.-Prefiero quedarme en casa viendo tele a salir a | 1 | 2 | 3 | |||||||
7.-Con frecuencia me desvelo por | 1 | 2 | 3 | |||||||
8.-Duermo menos de 7 horas al | 1 | 2 | 3 | |||||||
9.-Me gusta fumar | 1 | 2 | 3 | |||||||
10.-Me gusta tomar bebidas | 1 | 2 | 3 | |||||||
11.-Soy muy introvertido, prefiero | 1 | 2 | 3 | |||||||
12.-Me enojo muy | 1 | 2 | 3 | |||||||
13.-Me cepillo los dientes | 1 | 2 | 3 | |||||||
14.-Me gusta tener sexo con | 3 | 2 | 1 | |||||||
15.-Me llevo bien con mis | 3 | 2 | 1 | |||||||
16.-Mi trabajo satisface todas mis | 3 | 2 | 1 | |||||||
17.-Tengo infecciones de vías | 1 | 2 | 3 | |||||||
18.-Prefiero tomar gaseosas o | 1 | 2 | 3 | |||||||
19.-Ingiero medicamentos sin receta | 1 | 2 | 3 | |||||||
20.-Consumo complementos | 3 | 2 | 1 | |||||||
21.-Me gusta consumir una dieta baja | 3 | 2 | 1 | |||||||
22.-Me gusta consumir | 1 | 2 | 3 | |||||||
23.-Consumo dos frutas como | 3 | 2 | 1 | |||||||
24.-Visito al médico cada vez | 3 | 2 | 1 | |||||||
25.-Pido información a los | 3 | 2 | 1 | |||||||
26.-Consumo mis alimentos a las horas | 3 | 2 | 1 | |||||||
27.-Me siento feliz y | 3 | 2 | 1 | |||||||
28.-Gusto de mi aspecto | 3 | 2 | 1 | |||||||
29.-Mantengo mi fe, asistiendo a | 3 | 2 | 1 | |||||||
30.-Consideros las malas experiencias | 3 | 2 | 1 |
ANEXO 2
CUESTIONARIO PARA LA VALORACION DE LAS
PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO
Autoras: Lic. Isela
Cerin
Lic. Anna Orbegoso
I. INSTRUCCIONES:
A continuación se le presenta una serie de
afirmaciones de las cuales responda con sinceridad marcando con
una X en el espacio donde usted considere sentirse más
identificado.
A. DATOS GENERALES:
1. Sexo: Femenino ( ) Masculino ( )
2. Grado de instrucción: Analfabeto ( )
Primaria ( ) Secundaria ( ) Superior ( )
AFIRMACIONES | Siempre | A veces | Nunca | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 1 | 2 | 3 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 1 | 2 | 3 | |||||
| 1 | 2 | 3 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 3 | 2 | 1 | |||||
| 1 | 2 | 3 | |||||
| 1 | 2 | 3 |
ANEXO 3
INFORME DE LA CONFIABILIDAD DE LOS
INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN.
ESTILOS DE VIDA: Estadísticos de | |
Alfa de Cronbach | N de elementos |
0,806 | 30 |
El instrumento es confiable dado que el
valor supera a 0.70.
PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO:
Estadísticos de | |
Alfa de Cronbach | N de elementos |
0,722 | 18 |
El instrumento es confiable dado que el
valor supera a 0.70.
ANEXO 4
Datos requeridos para determinar la
muestra
N | 90 | ||
P | .17 | ||
1-P | 0.83 | ||
Z | 1.96 | ||
B | 0.09 | ||
N | 66.91972346 | 67 | |
Nf | 38.40764331 | 39 |
Autor:
Lic. Rosa Isela Cerin
Saavedra
Lic. Anna Jarvis Orbegoso
Paredes
Trujillo- Perú
2012
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